Sobre las reformas en salud se ha hablado mucho y efectivizado relativamente poco en América Latina. Solo algunos países optaron por cambios estructurales, mientras la mayoría siguió el camino de introducir alternativas un tanto silenciosas dentro de los componentes de la macro y mesogestión. Por razones obvias los resultados han sido profundamente dispares. Y lo que es peor, en ciertos casos se fueron desnaturalizando tan profundamente en sus objetivos al paso de diferentes gobiernos con distintas concepciones, que hasta se han extinguido sin poder dar cuenta efectivamente de su impacto final.
Argentina no escapa a esa tradición. La evolución histórica de su sistema de salud está marcada por las profundas contradicciones que debió a travesar entre circunstancias políticas, desencuadres ideológicos e intentos frustros de reformas, que terminaron llevándolo a un nivel de fragmentacion y segmentación pocas veces visto y enmarcado ademas en una profunda crisis producto de la magnitud de la puja distributiva que subyace en su interior. Muchas fueron las propuestas pero pocos los logros. Entre el Estado y el Mercado, y entre los derechos y desigualdades, la ausencia del debate franco y- lo que es mas preocupante- de una Política de Estado, no hizo posible la construcción de consensos básicos que permitieran avanzar en una Reforma que modificara aquello que hoy parece cristalizado. Y lograr, finalmente el propósito central que consiste en establecer el Derecho a la Salud para todos los ciudadanos, evitando injustas desigualdades.
Han empezado a resonar nuevamente ecos para una Reforma, ante el agotamiento del sistema respecto de ofrecer respuestas socialmente aceptables. Algunos son solo ruidos. Otros, planteos que no llegan a legitimar un debate serio. FAMSA como actor del sistema ha decidido participar en la construcción de un camino que lleve a alcanzar los consensos necesarios para hacerla efectiva, desde sus principios fundacionales de identidad colectiva, solidaridad y equidad. Pensando en que hay que deponer actitudes sectoriales y avanzar mancomunadamente en la construcción del bienestar social.
Los autores de este documento que FAMSA propone para el debate describen la historia, los actores y la realidad del sistema de salud argentino. Y sobre estos ejes construyen una propuesta que apunta un modelo integrado. En el cual se preserven los grandes actores del mismo, el Estado y la Seguridad Social, y donde el elemento vertebrador sea igualar oportunidades a partir de garantizar coberturas en forma explicita y financiar de manera igualitaria el acceso a la salud para todos los argentinos. Algo central de la política publica a resolver en el mediano y largo plazo. Pero para lo cual se necesitan mas visiones compartidas que búsquedas parciales de salvación. De lo contrario, seguiremos dando vueltas sobre eternas discusiones.
¿No es este quizás, el momento de CAMBIAR DE RUMBO?
https://drive.google.com/drive/search?q=cambio%20de%20rumbo
